Despierta, tiemblo al mirarte;
dormida , me atrevo a verte
por eso, alma de mi alma
yo velo mientras tú duermes.
Despierta, ries, y al reir tus labios
inquietos me parecen
relámpagos de grana que serpean
sobre un cielo de nieve.
Dormida, los extremos de tu boca
pliega sonrisa leve,
suave como el rastro luminoso
que deja un sol que muere.
!Duerme!
Despierta, mira y al mirar tus ojos
húmedos resplandecen
como la onda azul en cuya cresta
chispeando el sol hiere.
Al través de tus párpados, dormida,
tranquilo fulgor vierten
cual derrama de luz, templado rayo,
lámpara transparente
!Duerme!
Sobre el corazón la mano
me he puesto porque no suene
su latido y de la noche
turbe la cama solenne
!Duerme!
Gustavo Adolfo Bécquer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario