Es triste que mucha gente tenga que aprender geografía porque haya revueltas, guerras y catástrofes. Revueltas y guerras que ponen patas arriba países, en un intento de sacudirse el yugo de la tiranía. Catástrofes que ponen de manifiesto lo vulnerable que es el ser humano. Cuando el libro del año 2011 se abrió, aquel 1 de enero, ya sabíamos que sobre sus páginas se grabarían muchos acontecimientos, buenos y malos, y al final se recordará el año más por todo lo malo que se ha acumulado en sus renglones que por lo bueno que ha acontecido, para bien de todos.
Aprendemos a golpe de imágenes, reportajes, entrevistas, sobre países y ciudades que nos quedan algo lejos - en Túnez, Egipto, Libia, Japón...-, y que han estado o están en el centro del huracán. Pero no podemos engañarnos, este mundo se nos ha hecho tan pequeño que a pesar de los kilómetros entre ellos y nosotros, los problemas que tienen nos influyen como si estuviéramos tan sólo al otro lado del jardín.
Tratemos de ser felices y olvidémonos de las guerras...
"Haz el amor y (no) a la guerra".
Olivia.A.Vidal.
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