Tres policías
Qué lejos quedan aquellos tiempos en los cuales la ciudadanía veía a la policía como el brazo represor del general ferrolano. Actualmente la gente de bien se siente segura con su proximidad. Salvo las inevitables excepciones, son gente inmensamente correcta y formada, cuyo único objetivo es servir al contribuyente. Tres de ellos, los mejores, han dejado su vida en el arenal coruñés del Orzán, y es el momento de manifestar nuestras condolencias a todo el Cuerpo Nacional de Policía. Vieron que las vidas de dos muchachos peligraban, y sin dudarlo se dispusieron a rescatarlos. Tal cual les enseñaron en la Academia, a pesar de que todo apuntaba a que el rescate iba a entrañar más riesgos de los que ellos solos, sin refuerzos, podían superar. Pero el tiempo apremiaba, y su profesionalidad y su arrojo les costaron la vida. Toda España viste de luto. Desde ahora los miraré de otra forma, con más cariño y respeto, pues me han dejado claro que si mañana mis hijos los necesitan, allí estarán. En un mundo sin valores, es grato comprobar que aún quedan héroes. Sus posibles detractores alegarán que les va en el sueldo, pero eso es demagogia. Confiemos en que las autoridades competentes sepan estar a la altura, para que sus familias queden lo mejor posible económicamente. Fue más que una muerte en acto de servicio.
30 de enero de 2012
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